Las persianas, toldos o cortinas, bien sea en amplias superficies acristaladas o en huecos puntuales, marcan el carácter de un edificio.
Se pueden integrar en prácticamente cualquier superficie, ya sea horizontal, vertical o inclinada.
Una gran variedad de soluciones, con distintos cajones y guías permiten una integración discreta en la fachada o, por el contrario, acentuar la modulación del edificio.
Por supuesto, el confort en el interior del edificio con una regulación óptima de la entrada de luz y temperatura sigue siendo el objetivo principal.
En combinación con un sistema de control domótico se puede automatizar el funcionamiento para que tener siempre el mejor ambiente interior sin tener que preocuparse. De esta manera se maximiza también el ahorro en climatización e iluminación.