Las persianas venecianas exteriores con láminas planas se distinguen por su fino diseño de filigrana y por su caja de altura reducida. Estas persianas se fabrican con láminas de 60 mm, 80 mm y 100 mm de ancho.
Las persianas venecianas exteriores de colgadura doble o las venecianas exteriores WAREMA con elemento de transporte de luz diurna resultan perfectas para los puestos de trabajo delante del ordenador y para los recintos donde la luz no deba deslumbrar, pero sí llegar hasta el fondo de la habitación.
Persianas venecianas de oscurecimiento, gracias al diseño especial de sus láminas, en forma de Z, se prestan especialmente para oscurecer los recintos. La forma geométrica de las láminas permite un cierre excelente y el reborde, resistente a los rayos UV en el borde exterior de las láminas, clausura hasta la más mínima ranura de luz. No obstante, estas persianas de oscurecimiento poseen también todas las demás funciones de nuestras persianas exteriores
Al pulsar el interruptor, el motor central exento de mantenimiento levanta, baja y regula las láminas. El empleo de motores centrales permite el acoplamiento de lonas adicionales a ambos lados. En las instalaciones hechas con posterioridad, en las que no haya toma de corriente, se opta por el manejo manual mediante la manivela plegable.
Las persianas venecianas de WAREMA se adaptan a cualquier fachada gracias a la selección disponible de distintos perfiles guía. Los perfiles guía se pueden elegir anodizados en los colores estándar EURAS o recubiertos en polvo en los colores estándar de WAREMA. También se pueden solicitar tonos especiales RAL o NCS.
Si se desea integrar la protección solar en la fachada de tal modo que no destaque, la guía de cable de acero con solo 3,3 mm de espesor resulta ideal. Además tenemos numerosos soportes inferiores del cable tensor, que se amoldan perfectamente a las situaciones de montaje más complejas, sin descuidar tampoco la estética visual. Para evitar el aflojamiento de los cables de acero inoxidable por efecto de los agentes meteorológicos, se recomienda recurrir a nuestro muelle tensor instalado de modo visible en el carril superior de la persiana.
Una protección solar eficiente es absolutamente necesaria para vivir y trabajar. Si no se dispone de ella, aunque haya una ventilación adecuada, los ambientes se pueden calentar en muy poco tiempo hasta un grado desagradable. La causa hay que buscarla en el llamado efecto invernadero que retiene el calor en el interior, aunque en el exterior haga fresco.
La protección solar moderna tiene que satisfacer muchas y variadas exigencias. Por ejemplo, para las presentaciones de diapositivas se requiere una completa oscuridad del recinto. En ocasiones la protección solar es también una protección visual, que impide el paso a las miradas curiosas, pero simultáneamente, permite una visibilidad sin trabas hacia el exterior.
La protección solar tiene que ser capaz de todo: durante el día, dar sombra; por la tarde, dejar entrar los últimos rayos de sol; en verano, mantener fresco el ambiente y en invierno, contribuir al ahorro de energía. Y no hay que olvidar el valor estético que también ocupa un espacio, porque el diseño de la fachada es un componente importante de la arquitectura moderna.
Con su amplia oferta de productos, WAREMA está preparada para cumplir todas las exigencias de la protección solar de exteriores. La protección solar exterior retiene entre el 60 y el 80% de los rayos solares antes de que lleguen al cristal. Además, al existir un espacio libre entre la protección solar y la ventana, el aire puede circular, impidiendo la acumulación de calor.
Las diferentes formas de las láminas y de carriles guía permiten soluciones individuales para casi cada tipo de arquitectura de las fachadas y cada perfil de demanda. La variedad de materiales y formas, la diversidad de colores y estampados posibilita un diseño adaptado al gusto personal.
Sin protección solar, penetra aprox. entre el 30 y el 80 % de los rayos solares, dependiendo del tipo de cristal. Los rayos solares entran casi libremente por la ventana, calentando el aire en el interior. El resultado: El calor se acumula en la habitación (efecto invernadero).